viernes, 30 de diciembre de 2011

María Parado de Bellido - a morir vino, no a traicionar

MARIA PARADO DE BELLIDO
Fue una tarde cuando ayudando en una tarea leí sobre esta gran heroína que tuvo nuestro país. Casualmente había llegado a mi mano uno de esos libritos antiguos donde se narraba la vida con detalles algo ocultos que no aparece mucho en los libros actuales de historia. Yo, fascinado por su coraje y triste por sus infortunios, me propuse a crear un cuento de esta ejemplo de mujer patriota,  creando diálogos para que al menos sepan lo que pudo haber sido su vida. Los hechos son reales.

I

María Parado de Bellido fue hija natural y lo único que se sabe de su padre es que procedía del Alto Perú. En 1776 contrajo matrimonio en Huamanga con Mariano Bellido, de quien tuvo siete hijos.
En 1820 parte de su familia se integró al grupo de patriotas organizados en Paras (Cangallo) con el fin de colaborar con la guerrilla auspiciada en la sierra central por el general Álvarez de Arenales, que obedecía a la estrategia del general José de San Martín encaminada a desgastar al ejército realista. Mariano Bellido y sus hijos actuaron como correos del ejército patriota en la región de Huamanga, y su misión principal consistió en dar cuenta de los movimientos de las tropas realistas.
En 1822 el virrey José de la Serna ordenó a las tropas del general Canterac, acantonadas en Jauja, que se combatiera la insurrección popular organizada en Huamanga. Canterac encomendó a la compañía al mando del general Carratalá la tarea de reprimir el movimiento ayacuchano. Fue en esa coyuntura que uno de los hijos de María Parado, Tomás Bellido, fue hecho prisionero y fusilado por los realistas ya acantonados en Cangallo. Este hecho motivó que María Parado de Bellido se integrara al movimiento patriota y colaborara con su esposo en las tareas de espionaje.
En ese tiempo María enviaba cartas al ejército patriota para informar sobre el avance y movimiento de los realistas. Lo anecdótico fue que ella misma no las escribía, se los encargaba hacer a través de su gran amigo Matías Madrid, porque María no sabía leer ni escribir, sólo dictaba esas misivas.

Una tarde, María se hallaba en el escritorio de su marido, lo extrañaba tanto que para apaciguar su preocupación se sentaba donde él paraba el mayor tiempo del día. Pesaba que así podía sentir su presencia al menos. Una de las sirvientas, no pudiendo ser indiferente ante la situación de la señora, se anima a hablarle:
-Mi señora, debería descansar, son más de las 9 de la noche.
-No quiero, estoy preocupada por mi esposo y mis hijos.
-Tanto su esposo como sus hijos son muy valientes señora, se les admira en el pueblo.
-Y por eso los amo más como a mi vida, Juanita, me dijeron una vez que habían jurado acabar con los desmanes que el general Carratalá cometió contra nuestros paisanos, y con mi hijo querido.
-Aún lamento su muerte señora.
-Si Juanita, mi esposo Mariano no fue ajeno a esta desagracia, por tal razón todo esto me causa pena pues ahora sé que esos españoles son muy crueles cuando pelean o toman prisioneros.
Un caballero entra al cuarto, la sirvienta lo reconoce, es el amigo de María y se retira con educación.
-Don Matías, mi viejo amigo, ¿Como está? – alcanzó a preguntar a duras penas.
-Mi señora, vengo a decirle algo importante.
-¿Qué noticias me trae?
-Es algo delicado y...
-Hable don Matías, lo noto medio raro.
-Me llegó información de la secretaria de la Intendencia, un grupo de realistas encubiertos del general Carratalá van a Paras esta misma tarde. Su esposo e hijos no saben de este movimiento y hay que advertirles.
-Entonces  mandaré a alguien allá en caballo, mandaré a mi fiel sirviente Fernandillo a Paras con una carta advirtiendo todo esto.
-Se arriesga mucho al enviar una carta y si es con su firma peor aún, gracias a Dios que aún no la descubren, pero si la agarran...
-No se preocupe  por eso, yo nunca confesaría a mis amigos y menos a ti, ahora la vida de mi familia está en juego, si por mí fuese daría la vida por ellos, los quiero mucho.
-Veo que aún eres necia María, desde niña has tenido esa actitud, nunca cambiarás ¿verdad?
-Sí, lo sé, Tomás era como yo – apartando su falda por un extremo le enseña a su amigo una pistola infundada y le dice directamente a los ojos -, y por su recuerdo, soy capaz de todo.

II

Dicho y hecho, María envió la carta con su firma al pueblo de Paras, lamentablemente Fernandillo fue capturado ese día por unos sacerdotes leales al virrey La Serna, que lo entregaron al general Carratalá. El general conoció así las actividades que realizaba María Parado, ya que una de las cartas llevaba su firma. Las tropas españolas rodearon la vivienda en que María Parado se hallaba en compañía de sus hijas y la capturaron. Llevada ante el general Carratalá, María Parado se negó a contestar las preguntas encaminadas a desarticular la red de información, desechó las ofertas de recompensa y tampoco se inmutó al ser advertida de que su casa sería quemada si no colaboraba. María lloraba al ver cómo su casa se consumía por el fuego y así su suerte estaba echada.

En el cuartel realista María era sometida a un intenso interrogatorio con el general.
-Doña María, le pido por favor que me responda quien le dio información acerca de que íbamos a llegar a Paras.
-No diré nada
-He comprobado esta carta con las demás copias que encontré en su casa, en todas tiene escrituras diferentes, pero con los mismos sentimientos, díganos quién los escribió o quiénes les dio esa información de nuestros avances, ¿Cómo sabía k íbamos a llegar a Paras?
-Lo único que confesaré es que yo escribí todas las cartas, no tuve ayuda de nadie
-Ha tenido cómplices
- ¡Mentira!
-No me haga amargar señora, no le gustaría verme furioso, dime sus cómplices ahora.
María nunca iba a pensar que estaría frente a frente con el asesino de su hijo. Qué ganas tenía de coger una pistola y dispararle a la cabeza. Pero teniendo sus manos amarradas y vigilada por otros tres soldados más, se resignaba sólo a responder con mucha impotencia, pero con gran terquedad.
-¡Nunca!
-¡Guardia! - le llama  a un soldado - Envía  esta mujer al calabozo con treinta azotes, a ver si así pueda recordar a sus cómplices y responderme, llévensela de una vez.

María fue atada en el calabozo para recibir golpes y torturas de sus captores, la azotaron más de 30 veces, pero ella seguía firme en sus decisiones, su corazón no se ablandaría a nada, y esperaba otro interrogatorio al siguiente día.

III

María, con dolores aún por los azotes, permanecía sentada ante el general realista, entendió que él ya no tendría piedad para ella, y se desesperaba por eso, quería saber de una vez quiénes eran sus cómplices. María pensaba en Fernandillo, en su amigo Don Matías, en Mariano su esposo, sus hijos, más sus hijas que estaban presas. “No voy a decir nada, por Dios nada de nada, no diré nada…” pensaba
-Doña María, ya no siga mintiendo, usted no sabe leer ni escribir, lo averigüé es una completa analfabeta.
-Cuando se lucha por mi tierra soy capaz de todo.
-Entonces sea capaz de decirme quiénes la ayudaron.
-¡Mía es solo la culpa! – gritó ya con mucha rabia extrañado al general y los soldados presentes.
-¡No siga mintiendo!, le prometo que si declara la liberare.
-¿Y espera que le crea eso?
-¡No sea terca serrana inmunda, confiese! – también su voz se desesperaba por saber la verdad.
-Usted es un sucio animal, mata a mujeres y. niños sólo por capricho  ¿Y cree que si le digo la verdad me soltará? mentira, no le creo!
-Ya maté a su hijo Tomás por su rebeldía, pero usted me vale mucho y más si confiesa, es una pieza importante para acabar contra los rebeldes.
Con sólo escuchar la total prepotencia y arrogancia del general sobre la muerte de su hijo, María comprendió que estaba ante el mismo diablo.
-No mencione el nombre de mi hijo – llora bajando su mirada – por favor, no siga ya, comprenda que…ya no somos rebeldes ¿de qué rebelión habla? el Perú ya es independiente  desde que nuestro general San Martín lo dijo el año pasado.
-¡Ese San Martín es un charlatán, un pobre argentino y un imbécil al igual que sus seguidores! ¡El Perú sigue bajo dominio del rey de España!
-¡Mentira!, juro por estas lágrimas y este odio que todo lo que dice es mentira.
-¡Ya me cansó! hable de una vez, o mataremos a sus hijas.
-¡QUE?!!!
   María no podía creer lo que escuchó, ahora la vida de sus hijitas estaban en juego, pensó mucho para dar una respuesta, pero ya era obvio desde el principio, sabía muy bien k aunque confesare sus hijas correrían la mala suerte de morir también, por eso vacilaba pero seguía firme, dijo con total frialdad pero con el corazón ardiendo por dentro:
-¡Criminal abusivo! ellas son inocentes, yo soy la culpable, mátenme a mí no a ellas.
-¿Quiénes la ayudaron?
-Yo....
¿Podía seguir dudando acaso? María juró no decir nada pero saber que sus hijas iban ser fusiladas también era como estar entre la espada y la pared ¿Qué habría decidido Ud. Mi querido(a) lector (a) en su lugar?
-La vida de sus hijas están en juego, usted decide.
-Yo… - dijo con un suspiro lánguido y resignado, manteniendo la cabeza agachada – yo… no diré nada.
-¡Demonios! ¿Acaso no le importan sus hijas?
-Bastante, ellas son mi adoración las amo mucho - María empieza a llorar -, pero más importante está la total libertad del Perú, si yo confieso nos matarán igual.
-Por culpa de esa libertad va a morir.
-Por culpa mía los rebeldes lo mataran.
Carratalá le da una fuerte cachetada. María pierde el equilibrio por el fuerte golpe y cae de la silla. Su mirada de dolor cambió repentinamente a odio.
-¡No me mire así serrana inmunda! ¡Va a morir y nadie la va a defender!
-Dios sabe mi causa por la que moriré.
-Su Dios no la salvará de la muerte.
-Quizás yo, mis hijas, mi familia, todos los rebeldes muramos pero no sacará nada de mi boca.
María se pone de pie, se sienta como puede y continúa diciendo:
-Ya nada me importa ahora mas que morir.
-¡Eres necia y terca chola inmunda!, le aseguro que sufrirá.
No me importa, tanto que habla de eso pues que venga lo que me espera.
-Se comporta como toda una valiente, morirá frente a todos y así sabrán que no se debe meter con nosotros los españoles.
-Usted y sus asquerosos soldados son una basura, nuestro pueblo sufre mucho por su culpa, yo aún creo en el general San Martín quien nos va a liberar de ustedes.
-San Martin morirá, ¿no lo sabía?
-¡¿Qué?!
-Hay un plan para aniquilarlo de una vez, será sin k nadie se dé cuenta.
-Si usted mata a San Martin todo el país montará en venganza, ¡no puede hacer eso! - María se desesperaba por la noticia.
-¿Acaso me importa eso?, usted es una pobre serrana, todos se debilitarán cuando vean a su queridísimo protector muerto.
-Habrán otros que se encargarán de liberar al Perú.
-¿Como ese tal Simón Bolívar? ese idiota no sabe lo que hace, confía mucho en sus fuerzas, no sabe que si se mete con nosotros sentirá toda la fuerza y crueldad de España.
-Sus sucias palabras ya no me asustan.
-Vamos confiese ¿quiénes la ayudaron a darle esa información?
-Nunca lo diré.
-Vive en un sueño, ¿verdad? son ciegos los peruanos, viven en una fiesta sin saber que los españoles estamos dominándolos lentamente, hasta crearon una tonta bandera de color rojo y blanco sin saber que ese pedazo de tela se quemará con todos los rebeldes.
-Esa bandera es símbolo de...
-¡Esa bandera será símbolo de su derrota!
-¡JAMAS!
María recibe otra cachetada que la tumba al suelo. El general le seguía gritando:
-¡Su Dios, su general o su estúpida bandera no la salvará!, le doy mi palabra de hombre y de soldado que si me dice sus cómplices la dejaré libre.
-Jamás sacará una sola palabra de mi boca.
-Personas como usted siempre han perdido, se dice que un tal Túpac Amaru fue así pero murió olvidado en su tierra.
-El fue un gran hombre - María decidió que si no podía vencer a ese hombre, al menos defendería sus ideales en lo poco que le queda de vida -, era un buen patriota, solo quería defender a sus hermanos, a su pueblo, pero hombres de su calaña y maldad no tuvieron piedad con el ¿cómo pudieron matar a sus hijos y esposa? ¡Inhumanos! ¡Eran inocentes!
-¡Eran rebeldes! ¡Traidores a la corona española!
-Entonces yo me declaro traidora a su estúpida corona.
-Usted lo ha querido así, me encargaré de que sea fusilada en el acto en la plaza frente a todo el pueblo, su muerte será una vergüenza  para los demás.
-Yo sé que jamás mi muerte será una vergüenza, mi muerte será solo el principio del final de su “querida” corona.
-Maldita, ¡llévensela!.

IV

Al día siguiente, la plaza de armas de Huamanga  se preparaba para ser testigo de un fusilamiento que pasaría a la historia, María estaba en medio de tantas gentes y paisanos de todas las razas y edades que la miraban con pena. Portaba en su pecho un letrero donde decía mas o menos MORIRA UNA REBELDE MÁS. Fue llevada al paredón por dos soldados a dar una vuelta en toda la plaza, pero ella mantenía esa mirada guerrera y esa templanza que cualquier persona quisiera tener, caminaba erguida mientras las armas la apuntaban por detrás, pasó frente a la iglesia y se detuvo para arrodillarse y orar, los soldados no quisieron molestarla porque sabían k era su última súplica, Maria decia en sus oraciones:
-Señor Dios mío, tengo miedo ahora, mucho miedo, tu sabes que me sacrifico por una causa justa, te pido por favor que cuando me vaya a tu lado cuides mucho a mis hijas, a mi esposo y a todas las personas que me ayudaron en esta batalla que hoy abandono contra mi voluntad., ayúdalos a  mis paisanos en su guerra papa lindo, ayuda también al general San Martín y a Bolívar para que logren nuestra ansiada paz ¡Oh Dios! Siento que me miran y esperan a que me muera, pero tú que me ves desde arriba te pido de corazón que me conviertas en un ángel tuyo y viva en las mentes y corazones de los que me conocen, estos días me enseñaste que es difícil seguir tu camino – y volteando a ver a los cuatro soldados detrás suyo, dijo – pero no es difícil decir que los perdones porque no saben lo que hacen.
Uno de ellos sintiéndose insultado la increpó:
-¿Quién te crees que eres para que nos perdones? ¿siendo tú una serrana tienes piedad de nosotros acaso?
Maria le respondió con una voz quejumbrosa:
-Siento pena por ustedes.
El soldado de inmediato la patea en su costado, María se queja de dolor con un jadeo terrible, otro soldado le reprende a su compañero:
-Déjala ya, ¿no ves que ya va a morir pronto? No te ensañes así, es sólo una pobre mujer.
-¡Tu eres la que va a morir, no nosotros! – dijo un tercer soldado - pero si declaras a tus cómplices te liberaremos. Aun estas a tiempo.
-¡Yo fui!
-¡Maldita chola! ¡Estás mintiendo! y por eso te fusilarán. ¿No lo entiendes? sálvate delatando a tus cómplices.
María le respondió con una frase que pasaría a la inmortalidad, una frase que fue escuchada por los testigos en el lugar  y que lo transmitirían a muchas generaciones hasta nuestros días:
-A MORIR VINE, NO A TRAICIONAR.
-Entonces levántate y ve para allá.
María fue jaloneada hasta un lugar y cuando le pidieron que se ponga un pañuelo negro para taparle los ojos, ella se opuso. El general Carratalá la veía ofendido, su furia se hacía grande, ordenó después matarla:
-¡Preparen! - ella no dejaba de ver al general -  ¡Apunten!...- sonrió extrañamente - ¡Disparen! – cerró sus ojos por fin.
Las balas sonaron en toda la plaza, el eco se hizo latente y una mujer valerosa y decidida había entregado su vida por su familia, por Don Matías, sus sirvientes, por todo su pueblo, María había dejado de existir, su cadáver fue llevado luego a la iglesia de la Merced donde ella oró para que algunos la recuerden, Carratalá ordenó después en la plaza gritando a viva voz a todos los lugareños:
-!Esto es una lección para aquellos que osan rebelarse contra la corona española, no nos importa si es hombre o mujer o niño, para cualquiera va esta advertencia, quien traiciona al rey de España sufrirá la pena de muerte, si uno de ustedes tiene algo que haga sospechar de que sea rebelde morirá en el acto!

Al rato la gente se iba algo asustada, unos tristes. Otros aguantándose la rabia.
Cuando la independencia fue consolidada por el general Simón Bolívar, el Libertador otorgó a las hijas de María Parado de Bellido una casa que había pertenecido a un soldado realista en Huamanga, mediante un decreto de 1826. Poco después fue declarada mártir de la independencia. Un importante colegio nacional para mujeres de Lima lleva en la actualidad su nombre.

martes, 27 de diciembre de 2011

Una sencilla carta para una hermosa ángel

CARTA DE UN ANGEL:

"Aplasta a la secundaria..." te faltan casi dos años y acabas esta etapa, pero en el camino de la vida hay muchas que se dividen y entras ahora a la más crucial de todas: la etapa del amor. En donde tus sentimientos se verán confundidos por un capricho o una vana ilusión. Aquí es donde tu corazón dependerá de una sonrisa, un abrazo o un beso para que pueda seguir viviendo. En la adolescencia se forma definitivamente el carácter, las actitudes, defectos y virtudes para que te desenvuelvas en la realidad, para cuando salgas a la calle a estudiar preparándote para la universidad o bien para que las uses en favor de ti misma. Imagínate que la vida se divide como los pisos de un edificio en donde el último está la realización personal, familiar y laboral. Lo cierto es que no se sabe cuántos pisos hay porque las etapas pueden volver a repetirse y aparecen otras nuevas. Muchas veces se dice “el amor no tiene edad”, pero no es porque te puedes enamorar de alguien mayor o menor que tú, la verdad es que el amor no tiene edad porque “siempre está naciendo”. Una pareja se enamora y nace el amor entre ellos, a varios kilómetros otra pareja se enamora y oro amor nace, te das cuenta?, recuérdalo bien: “el amor no tiene edad porque siempre está naciendo”. Ya conoces cómo es el amor. Duele, hiere, te alegra, te confunde, te hace pensar en “me siento impotente…”, “no se qué hacer…”, “lo odio…”… ¿Qué es el amor? Una pegunta que siempre aparece en un slam cualquiera y la respuesta que siempre ponen es que el amor es algo hermoso pero a veces hace sufrir… La verdad es que no hay respuesta ante esta pregunta porque simplemente el amor es el amor. No lo encuentras en una tienda a buen precio, está en tu corazón, en tus manos cuando le abrazas a un amigo en tiempo de angustia, está en tus bellas palabras de aliento, de alegría o de tristeza, está en tus besos de cariño y ternura que demuestras con tu hermanito o a tus padres.  El amor no tiene definición, está en todas partes y la mejor manera de encontrarlo no es ilusionarse por un chico, ni caminar a su lado en un parque sólo para que te sientas a gusto o querida por él como si en verdad le importaras todo de ti cuando sólo busca tu inocencia y tu debilidad de niña adolescente; el amor no esta en hablarle por Chat o que tú le cites a él… la verdadera forma de encontrar al amor es no encontrarlo porque llega cuando menos lo esperes. Si más te empeñas en buscar un chico o un amor pasajero, más se alejará. Suena raro pero entonces, la única forma de definir el amor es:
“El amor NO ES, sólo aparece y te define, tú no lo defines, él te busca y cuando te encuentra, sólo importará que quieras todo de él, tendrás miedo eso sí, pero eso le gusta al amor, arriesgarse, dejarlo todo…” Un fiel amigo del amor es el tiempo. Cuando el amor disfrazado de ilusión algunas veces, siente o tú sientes que ya acabó la magia por una mentira o decepción, el tiempo se encarga de decirle al amor así:                                                                                                                              
_Vengo a ayudarte, déjame estar contigo en estos momentos para que lo olvides; mis días, semanas y meses harán un bien en ti, pero debes abrirme las puertas de tu corazón. Tu impotencia es mi fuerza, abrázate a mí y verás que nada quedará más que solo vanos recuerdos, vengo a poner en orden tus sentimientos.
Suena gracioso pero si los sentimientos hablaran los entenderíamos mejor. ¿Quieres olvidar algo o alguien?, deja que el tiempo te ayude en eso amiga, APLASTA A LA ILUSIÓN, un vano espejismo donde sólo se refleja lo que deseas tener pero no lo que tienes. La ilusión es la que te engaña y te hiere, no culpes al amor. ¿Dónde está tu verdadero amor?, lo tenías pero se fue y está a la espera de otra oportunidad solo que para él el tiempo lo está ayudando. ¿Y tú?, ya no te empeñes en pensar en un Asunto Largamente Fantasioso cuando puedes entregar todo de ti a uno nuevo. Cuando salgas del colegio y te enfrentes al mundo se te presentarán más etapas, unas buenas otras malas y hasta algunas desconcertantes, yo tengo miedo de que te hagan ilusionar aún más pero espero que estas palabras te hagan ver que el amor, el verdadero amor, no se define, te define y te encuentra y deja por favor que tu corazón deje pasar al tiempo y te ayude.
Para otra vez será, por ahora te dejo pero cuando tu corazón necesita más palabras, vendré del cielo nuevamente. Ay chiquita, eres tan hermosa y llena de vida, no la desperdicies en ilusiones… Mi jefe supremo me llama a su lado. Dios te bendiga.  

sábado, 5 de noviembre de 2011

El esperado deseo de Navidad.

                                                          EL VERDADERO DESEO
                                                                              I
   Araceli corría de aquí para allá arreglando su cuarto, con ganas metía sus juguetes dentro de una caja y luego lo guardó en el armario. Tendió su cama y acomodó todos sus queridos peluches encima de la almohada y es que sabía que esta mañana no era cualquier mañana, era el día de su cumpleaños, el décimo.
Rápidamente bajó a la cocina, su madre ya le estaba sirviendo el desayuno y le dijo:
-Buenos días hijita ¿cómo estás?
Sintió un abrazo tan fuerte y lleno de amor, después  le correspondió con alegría diciéndole:
-Hola mamita ¿sabes qué día es hoy?
-Claro-sentaron en la mesa, Araceli ya esperaba ansiosa la respuesta que quería escuchar-, es el día en que te vi nacer, tu cumpleaños.
-¿Y qué me regalarás?
-No sé. . . ya tienes todo, juguetes, ropas, peluches. . .
-Pero me gusta coleccionar peluches, los he puesto todos en mi cabecera bien ordenaditos.
-Ya se me ocurrirá qué darte, además tu abuelo vendrá mas tarde y también tus amiguitos y amiguitas para que jueguen toda la tarde, será como una fiesta, ¿bien?
-Bien.
   Para la tarde, la casa de Araceli se había vuelto una gran fiesta, globos, juegos, escondidas. . . El abuelo de la pequeña llegó y con él una enorme caja envuelto en papel plateado con moño rojo, Araceli lo vio y dejando el juego de las escondidas corrió a sus brazos siendo cargada con ternura.
-Abuelito, te quiero, siempre vienes a mi cumpleaños y me regalas lindas cosas.
-Tú te mereces todo mi princesita, eres linda, y aunque traiga hasta el mismo arco iris a tu lado se volvería en blanco y negro.
 La niña se rió por esas palabras, se sentía feliz ya que su abuelo siempre la engría mucho. Ambos se dirigieron al cuarto de la pequeña para abrir el regalo, su mama también los acompañó.
-Mira mamá, ¿qué será lo que me dio mi abuelito?
-Ábrelo entonces.
 Puso como pudo la caja encima de su cama y empezó a abrirlo rompiendo con cuidado el papel, se quedó sorprendida al ver lo que había dentro: un enorme peluche de oso, de oso blanco con collar rojo y bordes dorados, era tan grande que ocupaba la mitad de la cama. Araceli lo abrazó y no dejaba de acariciarlo y sentir la suavidad de sus pelusas.
-Este oso es diferente a los que tienes mi nietecita.
-¿Por qué abue?
-Es un oso polar, ya que estamos cerca de la navidad que es en dos días un oso polar y de este tamaño sería ideal para que adornes tu cuarto, ¿no te parece?
-Sí-exclamó contenta-, mamá, es lo mejor, me gusta mucho mi regalo.
-Me alegro Araceli-escuchó ruidos como si los demás amiguitos rompían algo en la sala -, mejor bajo para vigilarlos, pueden ser muy traviesos.
   Abandonó la habitación dejándolos solos, el abuelito no dejaba de admirar la felicidad que irradiaba la niña por aquel regalo , de repente se olvidó de un detalle que faltaba, sacó de su bolsillo una cadena bañada en plata, Araceli se dió cuenta de eso y le preguntó:
-Abue, ¿qué es eso?
-Es mi segundo regalo, para ti.
-¿Sí? a ver.
Lo tomó y notó que tenía un hermoso dije circular y en medio una estrella de cuatro puntas. El abuelito le explicó:
-Mira, esa estrella que ves es una estrella fugaz.
-¿Estrella fugaz?
-¿No sabías que era una estrella fugaz la que guió a los reyes magos hasta el pesebre donde el niño Jesús nació?
-No abue, no sabía.
-Y tiene una leyenda que quisiera compartirla contigo.
-Me gustan las historias, tus cuentos son bonitos abue, cuéntame a ver porfa -le pidió acomodándose junto a su oso polar, echada al lado de los demás peluches.
-Ya, verás, las estrellas fugaces son especiales, las personas piden deseos  apenas la ven y algunos se hacen realidad. Todo empezó hace más de dos mil años, justo en el nacimiento de Jesús cuando un pastorcillo que deambulaba perdido en el desierto y pidió a Dios que le envíe una señal  para poder regresar a casa.
-Y vio una estrella fugaz ¿no abue?
-Así es, la vio y la siguió adonde aquella estrella descendía, después de ese milagro el pastorcillo llegó hasta el pesebre de Belén y les dijo a todos que Dios envió una estrella.
-¿Qué pasó después?
-A través de generaciones la noticia se dio a conocer llegando hasta varios países, año tras año la gente empezó a creer en muchos mitos de sobre el origen o lo que es en realidad ese extraño brillo. Algunos  decían que era una lágrima de Dios cuando un niño muere, otros que un ángel bajó para convertirse en humano y vivir entre nosotros, el más ocurrente es que puede ser una espada que quiere partir el cielo en dos pero nunca lo logra.
-Me gusta que pueda ser un ángel y que viva entre nosotros.
-A mí también.
-No quisiera que Dios llore, no creo que sea una lagrima sino mas bien un angelito k baja.
-Debes entender Araceli que hoy en día la ciencia dice que las estrellas fugaces son pedazos de roca espacial que se desprenden de los cometas y pasan lejos de nuestro planeta.
-¿Y eso es verdad?
-Sí, pero a pesar de eso la gente le sigue pidiendo deseos porque aunque sea una simple roca tiene una magia que te atrae y te hace decir “qué preciosa es, ¿qué deseo?”.
-Me gustaría verla y desear que. . .-su semblante se volvió triste  de repente- que mi padre regrese de su trabajo para pasar la Nochebuena juntos.
-Mi chiquita, no estés así, tu padre te quiere mucho y por eso debe trabajar duro y ganar plata para darte una gran navidad.
-El año pasado llegó un día después de la navidad, me alegré pero no es igual que cenar juntos, comer panetón, abrazarnos y regalándonos muchas cosas.
-Quizás este año sea diferente, pero en cuanto a lo que te decía, hay algo más acerca de la estrella fugaz, ¿no te gustaría saberla?
-Sí.
-La gente desea muchas cosas a la estrella como regalos, cosas, que un nuevo amor aparezca, y la mayoría son vanidades, o sea,  son deseos egoístas.
-¿Mi deseo es egoísta?
-No, desear que tu padre venga para estar contigo no es egoísta, porque lo deseas de corazón, pero hay personas que no entienden  eso y piden cuanta vanidad se les ocurra, por eso la estrella va perdiendo su brillo. Antes tenía una gran luz que parecía casi al mismo sol, pero ahora su intensidad ha bajado y. . . puede desaparecer un día de estos.
-¿De verdad?
-Ya no se ven muchas estrellas fugaces en nuestro cielo, y si se ven apenas se notan en algunos lugares alejados de toda civilización como las pampas, desiertos, tal vez porque están cansados de escuchar tontos deseos vanidosos y egoístas y prefieren pasar por allí.
-Qué pena, quería ver una y pedir mi deseo.
-El verdadero deseo es la que la podría hacer volver con más luz y brillo como antes.
-¿El verdadero deseo? ¿Y cuál es?
-Está por encima de todos los que se pidieron desde la antigüedad.
-¿Y nadie lo dijo abue?
-No, ninguna persona fue capaz de encontrar aquel deseo.
-Abue, ¿Cómo sabes tanto sobre eso?
-Me lo contó mi abuelito cuando tenía justamente tu misma edad.
Araceli bajo de su cama y fue a poner su peluche de oso polar cerca de su ventana diciendo a la vez que observaba el cielo que ya empezaba a anochecer:
-Quiero ver a esa famosa estrella fugaz abue, pero lástima que no pueda venir por aquí.
-Nunca pierdas las esperanzas Araceli – tomó el collar y se lo puso alrededor de su cuello con mucha ternura -, la navidad está cerca y solo debes tener fe.
Se miraron y sellaron su cariño fraternal con un fortísimo abrazo, pero a Araceli ya le picaba la curiosidad y las ganas de conocer a aquella estrella fugaz.
 
                                                                          II

   A la mañana siguiente, Araceli despertó y fue rápido hacia su oso polar de peluche para saludarle con un besito. Tocó el dije de su collar sin dejar de admirar la figura de la estrella, luego escuchó la voz de su mamá que le mandaba a bajar a tomar su desayuno.
   Después de un rato, Araceli se dirigía a la casa de su amiga Viviana para contarle sobre lo que su abuelo le dijo. Ambas niñas ya se disponían a jugar con las muñecas en el cuarto. Nuestra pequeña le empezó a contar entonces sobre la famosa leyenda de la estrella fugaz llamando la atención de su amiguita. Cuando terminó de escuchar dijo:
-¿Sí?, entonces si la veo pediré que me regale una bicicleta nueva.
-¡No!- exclamó Araceli, casi amargándose -si pides un deseo de vanidad o cosas solo para ti la estrella puede perder su brillo y desaparecería.
-¿De verdad?
-Mi abue nunca me ha mentido.
-¿Y qué pedirías tu?
-No lo sé Vivi, debe ser el único y verdadero deseo, el que esté por encima de todos los deseos, lo malo es que… no sé cuál es.
-¿Y qué pasaría si lo dices?
-La estrella recuperaría su resplandor y… su luz sería casi como el sol.
  Siguieron jugando pero Araceli no dejaba de pensar en esas preguntas "¿cuál es el verdadero deseo?", se preguntaba.
 Ya en su casa y cenando con su mamá, ella notó la carita de preocupación de su hijita:
-¿Qué tienes mi princesita? ¿Te pasa algo?
-Má, si ves una estrella fugaz ¿qué le pedirías?
-Humm… que Dios te cuide y que siempre estemos juntas.
-Eso suena como un verdadero deseo pero…
-¿Pero qué Ara?
-Pero mucha gente también deseó algo parecido al tuyo, el verdadero deseo debe ser más importante que eso.
-¿Verdadero? no se a lo que te refieres pero yo pienso que el amor es más importante que todo, y desear el bienestar de la persona a quien amas es amor, y aprovechando que mañana será navidad pediré de nuevo ese deseo.
La última frase que dijo su mamá la puso sorprendida preguntando:
-¿Por qué má?
-Es que las estrellas fugaces pasan en navidad, en la noche cuando todos celebramos el nacimiento de Jesús.
-Entonces una pasará por aquí mañana.
-Claro, es una superstición por supuesto pero. . . a veces se aparecen de verdad y la noche buena es ideal para verla.
 Araceli se puso feliz por la noticia, apenas terminó de cenar y dando gracias fue a su cuarto y cogió a su oso polar de peluche con fuerza sonriendo como nunca, murmuraba:
-Mi querido osito, mañana voy a poder ver a la estrella fugaz, estoy feliz porque puedo pedirle aquel deseo que sólo la puede hacer revivir, lo malo es que no sé cual es, además. . . mi abue decía que las estrellas fugaces ya no quieren pasar por las ciudades, pero. . . ¿y si pasa por acá?, como dijo mi amá, la esperanza es lo último que se pierde, asi que debo pensar rápido en ese deseo.

  Tomó papel y lápiz y empezó a anotar todos sus deseos:
-A ver, primero esto "deseo que venga mi padre para la noche buena", suena bien, a ver otro, “deseo que todos los días sea navidad", no, creo que no, suena muy egoísta, este a ver "deseo tener un hermanito", ¡ja! no le dije a mi amá pero de verdad quisiera tener uno, pero no es el verdadero deseo, escribiré los demás de corrido y elegiré uno.
Y esto fue lo que escribió después la pequeña:
           "deseo tener una mascota"
           "deseo estudiar bien"
           "deseo que mi padre trabaje cerca"
           "deseo que mi abuelo este bien de salud por siempre"
           "deseo tener más amigos"
           "deseo que los niños pobres tengan regalos"
           "deseo que mi madre nunca muera"
           "deseo tener mas peluches"
-¡Vaya! no sabía que tenía mucho egoísmo dentro de mí, pero pedir por mi familia y por los niños pobres es amor, ¿qué puede ser más ser el que esté por encima de todos?, algo. . . más fuerte que. . . por encima del. . . ¿amor? ¡Eso debe ser! el verdadero deseo es más importante que el amor, al menos encontré una pista, pero. . . ¿cuál?
  En su meditación, se quedó dormida sobre su escritorio con otra pregunta ¿qué es más fuerte que el amor?, y de allí depende descubrir el verdadero deseo.

                                                                              III

  Faltaban ya horas para que todo el pueblo se encienda en una algarabía total y que el cielo se llenara de luces multicolores para recibir la navidad. Araceli seguía pensando en aquel deseo, y eso se notaba en su carita mientras almorzaba, su madre le preguntó:
-Hija, ¿qué te pasa?, aún sigues pensando seguro en esa estrella fugaz no?
-Es que. . . me preguntaba mami sobre. . .
-¿Sobre qué hijita?
-Má dime, ¿qué puede ser más fuerte que el amor?
-Buena pregunta- dejó de comer por unos segundos para pensar en la respuesta, finalmente respondió-, no lo sé, supongo que el amor es tan fuerte que no hay otro sentimiento que le iguale o le gane.
Esa respuesta decepcionaba a la pequeña, al menos quería escuchar algo más.
-Pero. . . ¿nada le puede ganar de verdad? -insistió.
-Quizás sólo el mismo amor puede ganar al mismo amor.
-¿Cómo es eso?
-Mira, nosotras dos nos amamos de verdad ¿cierto?, pero si tú me lo demuestras con algo más importante podrías ganarme, o sea, sólo tienes que demostrar que me amas con un detalle que vaya mucho más allá de solo abrazos o besitos o palabras de cariño, si yo hago lo mismo también te ganaría, solo el detalle de amor puede igualar a otro detalle de amor.
-¿Regalándote algo acaso?
-No, tiene que ser. . .algo que vaya más allá, tiene que ser como. . . la mayor demostración de amor por alguien.
Araceli terminó de almorzar y se disculpó yendo a su cuarto para seguir pensando, al menos ya tenía otra pista de conseguir el verdadero deseo. Algo más fuerte que el amor, el amor mismo siendo a la vez la mayor demostración cuando se ama a alguien de verdad. Sacó el papel donde escribió sus deseos y lo releía buscando esa interrogante.
-Yo sólo quiero pedir el deseo para que la estrellita fugaz reviva como antes.
 Se decía, caminó hasta el pequeño nacimiento que hizo en la mañana cerca de su mesita de noche al lado de su cama. Fijó su vista en los muñequitos de María, José, los pastorcillos, los reyes magos, los animalitos. . .
 Quiso ver al niñito Jesús y lo sacó de un cajón de la mesita, allí lo tenía guardado hasta que cuando sean las doce lo ponía en su pesebre.
-No aguanto las ganas de ponerte en tu nacimiento mi niñito Jesús.
  Para Araceli aquél muñequito de yeso era como su padre, ya que cuando él no venía en navidad ella le hablaba y le oraba porque esté bien en donde se encuentre, se hincaba de rodillas y decía que cuidara a su padre, a su madre, a su abuelo y a todos sus amigos, que siempre la navidad sea una fecha inolvidable y aunque para ella solo significaba estar una noche sin él eso no le importaba. Siguió mirando al niñito Jesús y recordó a su maestra de religión, quien siempre le hablaba de aquel hijo de Dios, sus milagros, sus oraciones, su última cena, Araceli se sentía triste sólo al pensar cómo malos hombres maltrataban a Jesús y le escupían. . . sentía aún más pena cuando leía la parte de su libro de cuentos infantiles bíblicos donde lo crucificaban, pero al final estaba feliz porque resucitó y se había ido al cielo. En eso, los ojos de Araceli se iluminaron. Recordó aquella clase de religión donde se hablaba del por qué Jesús se dejó crucificar.
-¡Sí! eso debe ser, estoy segura.
  Exclamó como si hubiera encontrado un tesoro, guardó rápidamente al niñito Jesús, tomó lápiz y debajo de los demás deseos que escribió ayer, puso lo que tenía en su mente, lo comparó con los anteriores y dijo:
-Este debe ser el verdadero deseo, la mayor prueba de amor, el único que le puede ganar al mismo amor.
Abrazó a su osito polar mientras le decía:
-Esta noche reviviré a la estrella fugaz mi querido osito, ¡Sí! ¡Lo haré!

                                                                               IV

  La ciudad ya se alistaba para recibir la esperada navidad, desde hacía días se veía los adornos y los niños jugando con los cuetes, faltaban pocas horas nomás. Araceli desde temprano ayudaba  a su mama en la casa, jugó un rato por la tarde y fue al cuarto a descansar sin dejar de pensar en el deseo. “Que sea ya medianoche rápido” pensaba. Faltando una hora ya la noche estrellada empezaba a iluminarse con los cuetes, Araceli fue a la ventana y vio como la gente apuraba por ir a sus casas.
  Al rato vino su abuelo con algunos regalos pero la niña le saludo y fue rápido al techo ante la extrañeza de su mama. Ya arriba veía la ciudad tan despierta como nunca, miraba al cielo buscando la estrella fugaz. Vio en su reloj que solo faltaba minutos nomás, no dejaba de mover sus dedos impacientemente, pasó la media noche y nada, solo los estruendos de los cuetes, silbidos y mucha algarabía por celebrar un año más el nacimiento de Cristo.
  Araceli se sentó sobre una bandita casi sucia, apoyo su cabeza en sus manitas casi triste, nada, solo mas cuetes y cuetes, ya estaba a punto de resignarse cuando por fin, al ver el cielo una vez más, allí estaba, era ella, ¡allí estaba!
-¡Ahí estás!
Esbozó una gran sonrisa y corriendo al borde del techo alzó los brazos como si quisiera abrazarla y gritaba:
-¡Estrella fugaz, quiero pedirte el verdadero deseo!
La cola de la estrella era de baja luz, pero era la famosa estrella fugaz que cruzaba el cielo lentamente como si daba la impresión de esperar el anhelado deseo de la pequeña. Araceli dijo finalmente:
-¡Deseo. . . deseo que. . . uses mi vida para que sigas viviendo y nunca más pierdas tu brillo, deseo dar una parte de mí como Jesús dio su vida por nosotros en la cruz! ¡Ese es el máximo detalle, la mayor prueba de amor, sacrificar la vida por alguien a quien amas realmente, y yo te amo estrellita!
  Cuando terminó de hablar, Araceli bajó sus brazos preguntándose si había funcionado aquel deseo, pues su profesora de religión le enseñó que Jesús fue el único que dio su vida por los que lo aman y allí entendió que el sacrificio es el mejor detalle de amor.
  Buscó a la estrella por entre tantos luces de colores y cohetes, pero solo una luz se hizo más resplandeciente, era de tanta intensidad que la pequeña tuvo que cerrar sus ojitos por momentos, y eso no era todo, aquella luz descendía hasta el techo y se puso frente a frente con Araceli quien un poco asustada, retrocedía sin saber lo que estaba pasando.
  En eso, del medio de la luz se dejo escuchar una voz de hombre, una voz tierna, llena de amor a la vez, que le decía:
-Gracias por revivirme mi niña.
  Una figura humana apareció después, era un joven vestido de una túnica blanca, y un par de alas en su espalda, era un. . .
-¡Lo sabía, eres un ángel! ¡La estrella fugaz es un ángel!
-Después de mucho tiempo pude escuchar el único y verdadero deseo que es que alguien de su vida por mí.
-Entonces. . . - decía Araceli quien no dejaba de sonreír atraída a esa luz que envolvía al ángel -, ¿tomarás mi vida de verdad y me llevarás al cielo?
-No, tú seguirás viviendo aquí con las personas que amas, solo tomaré una parte de tu luz para mí.
Alargó la mano y la puso encima de la frente de la pequeña, ella sintió como si una flor le tocara con suavidad, y dijo:
-Usa lo que quieras, con tal de que sigas viviendo estrellita, ¿o debo decirte ángel? ¡Qué lindo! es la primera vez que un verdadero ángel de Dios me toca! siento una paz . . .
-No tomo cualquier luz de tu persona, tomo la luz de tu amor, de tu cariño, de tu inocencia, tus fantasías, todo lo que te hace ser una buena niña es lo que me reanima.
Al momento el aura del ángel creció hasta parecerse al mismo sol, retiro la mano de la frente de Araceli y le dijo:
-Gracias a ti las estrellas fugaces seguirán cruzando el cielo del mundo, pues daré la luz que usé de ti para mis hermanos y hermanas que también son estrellas fugaces hasta que otra niña como tú en el futuro nos diga el verdadero deseo, ahora me voy, debo hacer realidad esos deseos de amor que tanto me gusta escuchar.
-¿Ya te vas?, quédate a cenar con nosotros, quiero que conozcas a mi mamá y a mi abuelo.
-No puedo, además hay una personita especial que te está esperando abajo, anda búscalo.
Araceli se despidió del ángel y bajó rápidamente hasta la sala, aquella persona especial era su padre quien sorpresivamente había llegado.
-¡Papito! ¡Papito llegaste! - corrió a abrazarlo con un beso -, te extrañé mucho.
-Yo también mi princesa, ¿cómo has estado?
Se desearon feliz navidad y se intercambiaron regalos, en la cena Araceli le decía a su abuelo ante la extrañeza de los demás:
-Abue, lo conseguí, dije el verdadero deseo a la estrella fugaz.
-¿Y cuál era?
-Sacrificar una parte de mi para que siga viviendo, y ¿sabes? no es una roca del espacio, es un ángel de Dios.
-¿Sí?, entonces te felicito mi nietecita.
  Degustaron de la comida, Araceli, entre risas y risas no dejaba de pensar en lo que había logrado, y esa es la verdadera esencia de la vida, el mayor detalle de amor que se puede hacer por alguien, sacrificarnos, dar una parte de nosotros para la persona que nos hace sentir especial. Si un amigo o amiga o familiar esta triste, pues démosle una parte de nuestra luz, y no cualquier luz, sino la luz de nuestra bondad para ayudarle, la luz de nuestro cariño para decirle cuánto nos importa, la luz de nuestra inocencia para hacerle saber que necesitamos de él o de ella, y sobre todo, la luz de nuestro amor para decirle TE AMO. Y créanme, sólo esas dos palabras que solo si se dicen con corazón, puede revivir hasta a una estrella fugaz.

Un diario con sorpresas.

EL DIARIO
                          
La pequeña de ojos alegres ahora los tenía tristes y medio llorosos, no se apartaba de los brazos de su madre quien miraba cómo el ataúd donde reposaba su otra hija, Alicia, estaba siendo enterrada. Viviana se preguntaba el por qué ella no se había despedido cuando la consideraba su mejor amiga aparte de que era su hermana mayor. Alicia sufría de leucemia llevándosela a mejor vida a sus 18 años, no quería contárselo a su hermanita menor y por tanto para Viviana su muerte era una amarga y decepcionada sorpresa. Ya el ataúd estaba cubierto de mucha tierra y Vivi decía:
_Ali, hermana....
Su madre la abrazó fuerte pidiéndole que sea fuerte, pero en su delicado cuerpo la fortaleza moría como los recuerdos que tenía con su hermana. Siempre jugaban en las tardes y era la consentida. Cuando sus padres se separaron Vivianita estaba muy deprimida por semanas, pero Alicia la hizo revivir de nuevo, ahora, se sentía como la hoja seca en un bosque, sola.
Pasado un par de días, la madre de Vivi decidió llevar todas las cosas de su hija ya fallecida al garaje para limpiar el cuarto y así tener un cuarto de visitas, claro que también era como para limpiar el triste pasado que le tocó vivir. Puso todas las cosas distribuidas en cajas de cartón, cuando se disponía a llevarse una caja notó que estaba el vestido rosado y  adornos de oro que regaló a Alicia en sus 15, no aguantó la pena y sentándose en la cama lo acariciaba y se tapó la cara con él para llorar. Viviana entró y se compadeció de su mamita, ya cerca de ella le dijo:
_No llores mami.
_No lo voy a hacer
_Pero lo estás haciendo.
_Abrázame -parecía una luna abrazando a una estrella-, mira este vestido, era de tu hermana, lo usó en la fiesta de sus 15.
_Es bonita aún, recuerdo que tenía casi 7 añitos.
_Si, muy traviesa.
_Mami, quisiera usarla por favor cuando cumpla 15, si?
_¿De verdad?
_Sipi
_Pues... claro hijita.
 Conformes madre e hija, decidieron sacar más cajas para el garaje, Viviana se quedó sola para acomodar y sacar más cosas, fue al armario para ver si había quedado algo y nota que en la parte superior había un pequeño librito de color rosado con dibujos de Winnie Pooh. Vivi lo sacó y se dio cuenta que, por el título, era el diario de su hermana Alicia. Lo guardó para que pudiera leerlo en su cuarto.

Luego de la cena, se apresuró en ir a su cuarto, sacó el diario debajo de su almohada y echada se disponía a leerlo. Eran muchas hojas, así a vuelo de pájaro notó que escribía sobre su enamorado Jorge, de sus amigos, de ella misma, de su familia... en fin, de todo. Vivi se centró en una página y leyó lo siguiente:

"Martes, 20 de febrero del 2006: hoy amanecí con ganas de ver a Jorge, es un chico de mi universidad que me gusta mucho, es simpático y ayer me habló, ¡qué emoción! creo que mañana me invitará a salir, si es así lo aceptaré, pues a veces una necesita sentirse completa en el amor, tengo a mi madre y hermana que las amo, Jorge solo es un complemento más, el amor es así, siempre extraño pero a la vez bueno, dicen que es como una enfermedad y que la cura es un beso, ya una vez me tocó estar enferma. Manuel se fue de mi vida así como llegó, por eso hay que ser prudente... y hablando de Vivi, esa niña es un amor, jugamos vóley en la tarde y le enseñaba cómo sacar y dar mates, se le veía graciosa, su risa es música para mí. Nunca olvidaré el regalo que me hizo en mi cumpleaños, estaba mal porque aún sufría por Manuel, pero ella, apenas amaneció entró a mi cuarto y me cantó su canción favorita, la de Rebelde, esa que dice: Sálvame, linda balada, su intención vale mucho y eso no se compra ni con todo el oro del mundo, Vivi es la mejor al igual que mi mamá. Dios, si me escuchas te pido por favor que nunca les pase nada malo a ella ni a mi madre, antes prefiero que me suceda a mí..."
 Vivianita no aguantó su pena por esas últimas palabras. Botando pequeñas lágrimas decía:
_Alicia...no...no debiste decirle que te pase a ti, te...extraño mucho.

Al día siguiente Vivi estaba en el recreo, sus amiguitos estaban extrañados al ver cómo ella no se apartaba del diario y prefería en vez de jugar con ellos leerlo sentada en el pasto. Eligió otro día en la vida de su hermana:

"Jueves, 3 de mayo del 2006": odio los celos de Jorge, sólo por verme hablar con Enrique quien es un amigo, casi parecía que lo iba a pegar, menos mal que no pasó a tanto. Aunque Jorge me pidió disculpas no olvidaré el roche que me hizo pasar, parecía un troglodita, me hace recordar a mi padre que siempre se peleaba con mi mamá, yo sólo me apartaba de sus peleas e iba a llorar a mi cuarto porque me sentía impotente de no ayudar a mi madre, menos mal que ya no está mi padre, odiaba sus peleas y aunque nos abandonó me da igual. Cuando yo me case nunca pelearé frente a mis hijos, pues ellos se sentirían mal como yo una vez, tengo que darles un buen ejemplo de madre como lo es la mía..."

En eso, un pelotazo le choca a Vivi haciendo que accidentalmente salte el diario al suelo de sus manos.
_! Oye, fíjate en lo que haces!
_Te atravesaste en el camino de la pelota pues.
Luisito había tirado la pelota y sin querer le cayó a su compañera, Vivi le seguía increpando:
_No seas gracioso, estaba leyendo tranquila y tu pelota me cayó.
_Ya ya, renacuajita.
_Cállate cara de sapo.
 Y justo recordó las palabras de su hermana: "Odio las peleas", por eso se calló y siguió con la lectura:

"...mi esposo será diferente, será buen hombre y no un machista troglodita de la edad media, es que las peleas se resuelven con diálogos y no con gritos, siempre me pregunté por qué las personas gritan y creo que es porque cuando el odio les invade en sus corazones, estos se van alejando y por eso deben gritar para que se sigan escuchando, pero si se habla en paz y con amor, perdonando con palabras amables, los corazones se acercan y como en una ocasión que me pasó con Jorge, a veces hasta las palabras sobran y con un beso se puede reconciliar dos corazones que tenían odio, por eso es difícil mantenerse en paz cuando se pelea, pero no imposible..."

Luis se acercó a Viviana y le pidió perdón por decirle renacuaja, ella se sorprendió por la rara actitud de su amiguito y guiada por las palabras del diario, le dijo:
_Ok, olvídalo entonces, pero quiero preguntarte algo
_ ¿Qué cosa?
_ ¿Qué es troglodita?


Desde esa vez Vivi no se apartaba del diario de su hermana para nada, para ella era como tenerla a su lado. Una tarde la pequeña quedó en salir con sus amiguitas al parque a jugar, pero su mamá le prohibió pues no había cumplido en hacer sus tareas, Vivi le decía:
_¡Pero ma!, la tarea lo puedo hacer más tarde.
_No, dijiste que ayer lo harías y no cumpliste.
_Ma...ya pues no seas mala
_No insistas, ve a tu cuarto y termina tu tarea
_Pero me tomará toda la tarde hacerla....porfa si?
_Entonces es mejor que empieces ahora
Fastidiada y con un gesto de rebeldía, Vivianita se va a su cuarto y se sienta ante sus cuadernos y lápices pero no tenía ganas de hacer la tarea, en cambio abre el diario y buscaba un día en donde Alicia hablaba sobre lo que le pasaba ahora, de desobedecer a su mamá, y parece que lo encontró:

"sábado, 17 de junio del 2006: hoy mi mamá me prohibió salir con Jorge porque no hice el trabajo de la universidad, mi hermanita estaba aún en el cole menos mal porque no me habría gustado que nos viera discutir. La verdad quería salir con Jorge a pasear por ahí pues habíamos quedado en vernos, desesperada me encerré en mi cuarto, en mi caverna, en mi refugio...pensaba si el castigo era justo o no, al rato mi madre entró y me dijo que no me castigaba por molestarme sino porque debía ser responsable, y la responsabilidad es parte de quererse a uno mismo, si uno no es responsable con sus cosas es como si no se quisiera y menos se respeta. Mi madre entendió mis ganas de verme con Jorge y me dio permiso de salir a verlo pero con la condición de que para la próxima haría mis deberes como debe de ser, la sorpresa fue que yo decidí quedarme...Llamé a Jorge y le dije que no saldría, el entendió y quedamos otro día en vernos. Vivianita llegó del cole y juntas hicimos mi trabajo mientras me contaba lo que le pasó en su cole. Miró que tenía mis ojos aún rojos por llorar pero le dije que los tenía así por el cansancio, me creyó..."

La mamá de Vivi entró al cuarto y la pequeña apenas la vio le dijo sin demora:
_Mami, seré responsable, trataré de hacer mi tarea
_Estaba pensando que fui injusta contigo, pues hoy es domingo y ...
_No mami, no importa, ya otro día saldré con mis amigas
_¿No estás molesta?
_No
_Entonces... si quieres te puedo ayudar a hacer tu tarea
_Claro, ven mami, ayúdame en la suma de...de fracciones.


Otro día en el cole, otro nuevo recreo para Vivi quien seguía en la obligada lectura del diario. Esta vez leyó aquel día fatídico para Alicia, la pequeña empezó a leerlo con el ceño fruncido:

"miércoles 23 de agosto del 2006: no podré dormir hoy, mi corazón esta que se parte en dos, mi alma llora...Dios no me hagas esto ¿por qué a mí?, hoy me hice los análisis y el doctor me dijo que tenía leucemia avanzada y... mi sistema de inmunidad estaba baja, es decir me queda  poco tiempo de vida... ¿qué será de mi madre? ¿Qué será de mi hermanita querida? no quiero dejarlas solas, me extrañarán mucho, ni coraje tengo de decirle la verdad a Vivianita, la haría sufrir demasiado, llorará mucho por mí. Maldito destino, no es justo, me iré de este mundo sin casarme, sin tener familia, ya no disfrutaré las tardes con mis amigos, con mi familia, las clases de vóley con mi hermana, las dejaré solas... Dios mío, por favor dame un milagro de vida, haz que me recupere para que no me las quites llevándome a tu lado, me siento débil, apenas puedo sostener el lapicero, qué raro, mis fuerzas se van yendo, me da miedo estar en este hospital internada..."

Luisito se acerca a Vivi y observa que ella estaba triste queriendo llorar, le preguntó qué le pasa y le respondió:
_Nada
_ ¿Qué lees?
_Es... el diario de mi hermana.
_ ¿Y estas triste porque estás leyendo algo malo?
_Si
El niño saca una manzana de su lonchera para invitarla a Vivi quien le agradece. le pregunta:
_¿Tienes hermanos Luis?
_Si, somos cuatro varones, soy el último, a veces peleamos pero eso hacen los hermanos no? jugamos así.
_Nunca... dejes de quererlos
_¿Por qué?
_Cuando uno de ellos te falte entenderás lo que te digo.

Antes de acostarse, Vivi lee el último día que Alicia escribió en vida, sin sospechar que en esas palabras una sorpresa la aguardaba.

" lunes, 15 de enero del 2007: ya no podré seguir escribiendo más, con las justas tengo fuerzas en mis manos, mis dedos tiemblan y mi tos se hace más intensa, pero vale la pena porque esta parte quiero dedicártela a ti Viviana, a ti que seguro estás leyendo mi diario..."

La niñita se sorprendió por esa última frase, siguió leyendo:

"...¿cómo se que estás leyendo?, pues te conozco bien y sé que eres muy curiosa, encontrarás mi diario en el armario y para  entonces me habré ido de este mundo. Hermanita, perdóname por no seguir contigo y por ocultarte lo que me pasaba, Vivi...no puedo más, sabía que esto pasaría y por eso grabé un video en dvd para que lo veas, Jorge me ayudó, el dvd está en la caja de los otros discos, allí hay uno que dice PARA LA NIÑA MAS LINDA Y BUENA DEL MUNDO, ve y ponlo en el dvd, rápido..."

Vivi fue al garaje y lo encontró entre los demás, regresó y lo puso en el dvd, apretó play y en la pantalla ve a su hermana echada en la cama del hospital, demacrada, su voz apenas se escuchaba y sus ojos perdían el brillo de la juventud, la pequeña se compadeció de esa imagen y empezó a llorar, Alicia le decía entonces:
_"¿Cómo estás mi pedazo de vida?¿bien? - no dejaba de toser -, como ves estoy muy enferma y.... quise grabar este video para que nunca me olvides... ¿qué te pareció mi diario? interesante no? - ni pudo sostener una sonrisa, Vivi se acercaba más a la televisión -,¿cómo sigues en el cole? espero que bien, sé que pasarás de año, de eso no hay duda, eres chanconcita jaja, casi como yo, entrarás a secundaria por fin, una etapa muy difícil porque serás adolescente, una niña juguetona, alegre, bonita, romperás muchos corazones....COF COF!!, me habría gustado acompañarte para aconsejarte y ayudarte a ti y a tu mamá pero...el destino quiso que me vaya antes de lo esperado... Vivi, prométeme que cuidaras mucho a nuestra madre, yo viviré siempre en sus corazones... sabes? me adelante a tu santo, hay una sorpresa para ti, busca entre el armario una caja de cartón bien cerrada, esa es para ti, ve...
Sin pensarlo dos veces, la niña corre a traer la caja y lo abre, era un peluche en forma de conejita rosada y con anteojos, linda y suave, Vivi llora de la emoción, mientras, aprieta play de nuevo en la tele y Alicia le seguía diciendo:
_¿Te gustó? estoy segura que sí, Vivi...debo irme, mi respiración está débil y no puedo hablar más....
_¡No te vayas!...por favor, hermanita
Corre a la pantalla y lo abraza mientras sus lágrimas lo bañan en una profunda tristeza
_Vivi, toca mi mano a través de la pantalla
Ella le obedece y sus manos parecían tocarse a través de la televisión, las tenía alzadas y aunque para Vivi y Alicia estaba en otra parte, sus corazones se unían en ese extraño lazo de hermandad.
_Vivi, recuerda esto: nunca te voy a dejar, estaré contigo a través de mi diario, ahí están mis pensamientos, las anécdotas que viví y que tu vivirás también, adiós mi chiquita, te amo mucho, tú y mi mamá serán...- la interrumpe una fuerte convulsión de tos-... tú y mi mamá serán mis ángeles en el cielo y yo seré tu ángel guardián en la tierra mi pequeña, chau...te amo...mucho....
El video se cortó entonces, Viviana no aguanta más y explota en llanto muy lastimada y triste, su madre la escucha y ve a ella encontrándola en el suelo de rodillas frente a la tele, sosteniendo el peluche:
_Hijita... ¿qué tienes? ¿qué paso? dime
_Era mi hermana
_¿Cómo?
ya más calmada, Vivi le decía:
_Me regaló este peluche antes de morir, lo tenía en una caja
_Pero...
_Está en ese video, si quieres mira.
 La madre ve el video y al final se sentía orgullosa y feliz de su hija mayor, aunque aún en su corazón la nostalgia la invadía con profunda pena. Vivi aprieta al peluche cerca de su pecho y se sorprendió al ver que era musical, la canción que se escuchó era SALVAME de rebelde, la misma que le cantó a Alicia en su último cumpleaños, ella sonreía por ese lindo detalle.
_Mi hermana no murió
Murmuró, fue a su ventana sin soltar el peluche, ve el cielo estrellado y la luna llena mientras sintiendo por fin una alegría y una gran dicha, se dijo:
_Tú no has muerto hermanita, solo te convertiste en mi ángel guardián, siento tu presencia.
 Una ligera brisa de aire entró a su cuarto, pero para Vivi, aquella brisa era como un pequeño calorcito que la llenaba de paz.

FIN